Una de las especialidades fuertemente golpeada es la neurocirugía, ya que requiere de equipos e instrumentos muy específicos para la realización de los diagnósticos y de las complejas intervenciones quirúrgicas.
Según declaró Ángel Lacerda, uno de los más experimentados neurocirujanos de Ciego de Ávila, su mayor desafío diario es afrontar las carencias y atrasadas tecnológicas que impiden o complican los procedimientos médicos a sus pacientes.
Precisó que el cerco les impide comprar en el mercado externo craneotomos, neuroendoscopios y sistemas de fijación espinal como el transpedicular, instrumentos quirúrgicos necesarios para una buena atención a los enfermos.
También, algunos medios de magnificación quirúrgica, como los microscopios, son muy difíciles de adquirir, añadió Lacerda.
Enumeró, además, las materias primas para la producción de medicamentos básicos destinados a los enfermos con problemas neurológicos, como es el manitol, antibióticos para pacientes operados y anestésicos.
La provincia avileña sobresale en Cuba por los éxitos en el manejo a los padecimientos cerebro vascular hemorrágico, en las aneurismas intracraneales, y en las neuroendoscopia, aún cuando carece de novedosa tecnología para ejercer la asistencia médica, afirmó el experto.
Señaló que hoy mantienen los servicios de neurocirugía con rigurosas medidas higiénicas y de bioseguridad para evitar contagios del SARS- Cov-2, causante de Covid-19, tanto en los pacientes como en el personal médico.
El bloqueo impuesto por Estados Unidos a la nación caribeña hace casi seis décadas afecta a todas las esferas de la vida social y económica del pueblo cubano.
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