Los balcánicos perdieron en su debut 0-1 ante los ingleses y apenas mostraron el ataque letal del pasado Mundial de Rusia 2018, por eso necesitan reaccionar a tiempo para superar a los checos en el Hampden Park.
Si los discípulos de Zlatko Dalic logran tomar el control del balón y recuperar la efectividad perdida en sus últimos partidos podrían conseguir el éxito, siempre que atrás no cometan errores.
Frente a los checos, Ante Rebic podría regresar al extremo para abrir el campo, con Bruno Petkovic como delantero centro más potente y firme.
Los checos no cambiarán mucho el equipo que en su primer compromiso derrotó 2-0 al combinado escocés.
Según anunció el técnico asistente, Jiri Chytry, no jugarán para conseguir un empate, por eso mantendrán a Lukas Masopust y Vladimir Darida en el centro del campo y al inspirado Patrik Schick en la delantera.
La escuadra checa pretende enviar a Luka Modric y compañía de vuelta a casa porque otro revés dejaría a los actuales subcampeones universales prácticamente fuera.
Schick ya demostró su capacidad para marcar golazos casi desde el centro del campo como lo hizo ante Escocia o para rematar cualquier balón.
Además, en la portería la República Checa tiene un baluarte en Vaclik para aferrarse a su seguridad para por lo menos conseguir una igualada y mantener sus ilusiones.
Croatas y checos solo han disputado dos partidos oficiales y uno de ellos tuvo lugar en la Eurocopa de 1996, marcado por un empate a dos.
El anterior fue un amistoso en 2011 y Croacia ganó por 4-2 con goles en los últimos minutos, tras la igualada 2-2 en el descanso.
En el otro partido de la jornada, Suecia buscará su primer éxito de la justa ante Eslovaquia por el grupo E en el estadio Krestovski de la ciudad rusa de San Petersburgo.
Los escandinavos empataron sin tantos ante los españoles en su presentación inicial y los eslovacos aventajaron 2-1 a los polacos.
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