El premier Mostafa Madbouly leyó en una reunión del gabinete las medidas elaboradas por la cartera de salud, cuya prioridad es la protección de los estudiantes en las secundarias y universidades de todo el país.
Uno de los primeros pasos preventivos fue la vacunación de los profesores examinadores, quienes velarán además por el cumplimiento de las reglas higiénico-sanitarias dentro de las escuelas.
Según el informe, los centros educativos deben garantizar una buena ventilación natural a través de las ventanas, prohibir fumar dentro de los locales, proporcionar fuentes seguras de agua y evitar la acumulación de basura.
Se desinfectarán constantemente espacios comunes como escaleras, aulas, pasillos, además de las superficies de los pupitres y todas aquellas propensas al contacto.
Alumnos y trabajadores tienen que usar mascarillas, mantener una distancia de hasta dos metros entre cada asiento, respetar la higiene y la exclusividad de los artículos personales.
A los profesores les corresponde limpiar sus manos con alcohol y utilizar guantes durante la distribución y recogida de los cuestionarios.
La ministra de Salud, Hala Zayed, explicó que las medidas incluyen la detección temprana y el aislamiento inmediato de los casos sospechosos de infección, así como la disponibilidad de recursos humanos y materiales para enfrentar cualquier emergencia.
Los cronogramas de exámenes en Egipto abarcan los meses de junio y julio. En el caso de los bachilleratos, el ministerio de Educación concibió pruebas presenciales y electrónicas, estas últimas con el propósito de reducir la afluencia de jóvenes a las instituciones educativas.
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