De acuerdo con la información divulgada por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA), dicha formación, nombrada Delta Scarp, tiene 115 metros de ancho y es una parte de los restos de un depósito de sedimentos en forma de abanico que pudo resultar de la confluencia entre un río y un lago antiguo.
La foto final mediante la cual pudo ser detectado el lugar, fue conformada a partir de cinco imágenes tomadas por la cámara Remote Microscopic Imager de Perseverance el 17 de marzo de 2021 (el vigésimo sexto día marciano, o sol de la misión), realizada a 2,25 kilómetros de distancia.
‘Por primera vez se puede ver evidencia real de esos conglomerados y las capas cruzadas que habían sido planteadas como hipótesis para estos depósitos sedimentarios’, señaló Vivian Sun, una de las científicas que lleva años estudiando el cráter Jezero con imágenes de orbitadores.
Los llamados conglomerados se cementan juntos en un ambiente acuoso, y los estratos cruzados pueden ser evidencia del movimiento del agua registrado por olas u ondas de sedimento suelto por el que pasó el agua hace mucho tiempo, señala el informe de la NASA.
Refiere además que hace unos tres mil 800 millones de años, el cráter probablemente albergaba una masa de agua del tamaño del lago Tahoe, junto con un río y un delta en forma de abanico formado por depósitos sedimentarios de ese río.
Sun especificó que los científicos desde hace tiempo conocían sobre la existencia en el Delta Scarp de Jezero de un río torrencial en la antigüedad.
Por ello, y debido los depósitos de sedimentos y otros materiales en la escarpa no solo desde el interior de Jezero sino también desde el exterior, debería ser un lugar increíble para buscar señales de vida antigua, afirmó.
La misión Perseverance espera poder explorar la región de Delta Scarp durante la segunda campaña científica del rover prevista para el próximo año.
Perseverance está equipado con la SuperCam que puede realizar cinco tipos de análisis para investigar la geología del planeta rojo y de esta forma, ayudar a los científicos a elegir cuáles son las rocas para estudiar en la búsqueda de signos de vida microbiana hace millones de años.
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