Las acciones provocadoras y peligrosas del buque de la Armada británica en el mar territorial de Rusia son consideradas por la Cancillería rusa como un incumplimiento grave de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, señaló el comunicado presentado a la representante de Londres.
‘Se presta especial atención al hecho de que en caso de que se repitan tales provocaciones, toda la responsabilidad por sus posibles consecuencias recaerá enteramente en la parte británica’, apuntó la protesta.
La jefa de la diplomacia británica en Moscú fue convocado este jueves a la sede de la Cancillería local por los hechos.
Antes, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, lamentó el incidente de la víspera con el destructor británico HMS Defender en el mar Negro, hecho que calificó como una provocación consciente y preparada.
Moscú manifestó su preocupación por el hecho y consideró que las acciones de la nave británica son inaceptables e inconsistentes con el derecho internacional, agregó Peskov.
El 23 de junio, el Ministerio de Defensa ruso informó que el destructor de la Armada británica Defender violó la frontera estatal y entró en el mar territorial cerca de Cabo Fiolent.
La Flota del Mar Negro, junto con los guardias fronterizos rusos, detuvo la violación de la frontera por parte del destructor: primero se advirtió al barco sobre el uso de armas y luego se llevó a cabo un fuego de advertencia.
Después de eso, un caza ruso Su-24M lanzó bombas en la ruta del destructor.
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