Más de 12 millones de personas, casi la mitad de la población de Australia, se encuentran bajo bloqueo a partir de este martes, mientras los líderes estatales luchan por contener la propagación de la variante Delta.
El ‘cierre rápido’ de tres días en Brisbane fue anunciado hoy por Annastacia Palaszczuk, la primera ministra del estado de Queensland, quien lo calificó como una ‘decisión difícil’.
Perth, la capital de Australia Occidental, comenzó también este martes su confinamiento de cuatro días, mientras que el existente en la ciudad norteña de Darwin se extendió hasta el viernes.
Por su parte, el estado más poblado de Australia, Nueva Gales del Sur, el epicentro del brote actual, tiene su capital Sydney y los suburbios vecinos bajo un bloqueo de dos semanas hasta el 9 de julio.
Solamente el cinco por ciento de la población total de Australia ha sido completamente vacunada contra la Covid-19, lo cual ha provocado críticas al gobierno del primer ministro Scott Morrison por la escasez de vacunas Pfizer-BioNTech.
Si bien más del 25 por ciento de la población del país ha recibido al menos una dosis, la eficacia de una sola inyección se ve gravemente atenuada por la variante Delta.
Hasta el momento, la pandemia dejó 910 muertos en el país oceánico y acumula un total de 31 mil casos.
El primer caso de la variante Delta se detectó en Sydney a mediados de este mes, luego que un chofer de limusina transportó a miembros de la tripulación de un vuelo internacional.
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