En entrevista exclusiva con Prensa Latina, el presidente de Casa de las Américas, Abel Prieto, consideró además que el dirigente de la nación caribeña suprimió prejuicios surgidos en el campo del arte y convocó a los creadores a participar en la gran obra de transformación educativa y cultural.
‘Recordemos que 1961 es el año de la Campaña de Alfabetización y también de la invasión a Playa Girón y de la victoria de las tropas cubanas. Es decir, constituye una etapa en la cual la Revolución realiza grandes avances en materia cultural bajo grandes presiones y peligros’, afirmó.
Esa política cultural que nació en Palabras a los Intelectuales está ajena a cualquier sectarismo y dogma e, incluso, Fidel aseguró que solo podíamos renunciar a aquellos que fueran incorregiblemente reaccionarios e incorregiblemente contrarrevolucionarios.
‘El uso de ese adverbio abre la posibilidad para quienes decidieran corregir su actitud ante la vida y acercarse a los principios, espíritu e ideales de la Revolución, lo cual revela una amplitud generosa, en medio de las tremendas tensiones de aquella etapa inicial’, argumentó el político cubano.
El exministro de Cultura aseveró que aquella convocatoria incluía a los intelectuales para quienes la cultura y la educación resultaban parte indispensable de la emancipación humana y la libertad, todo ello ‘nos curó de numerosas distorsiones’.
La Unión Nacional de Artistas y Escritores de Cuba es una derivación de Palabras a los Intelectuales, discurso que también sentó las bases para un diálogo permanente entre los escritores y artistas y la institucionalidad, vigente y sin ruptura hasta nuestros días.
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