La base aérea de Bagram, la más grande del país asiático, sirvió como eje de las operaciones estadounidenses en la guerra contra los talibanes y sus colaboradores de Al-Qaeda, iniciada en 2001 tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.
El portavoz del Ministerio afgano de Defensa, Fawad Aman, ratificó en Twitter la noticia, que indica que la retirada completa de las fuerzas extranjeras es inminente.
De ahora en adelante el Ejército afgano la protegerá y usará para combatir el terrorismo, escribió el funcionario sobre el enclave estratégico, ubicado a unos 50 kilómetros al norte de esta capital.
Por su parte, el portavoz del movimiento rebelde, Zabihullah Mujahid, indicó que apoyaban la última fase de la retirada de las tropas extranjeras, que allanará el camino para que los afganos decidan sobre su futuro entre ellos, comentó.
En su apogeo alrededor de 2012 el aeródromo de Bagram vio pasar a más de 100 mil soldados estadounidenses a través de su extenso complejo, que incluye tres grandes hangares, una torre de control y numerosos edificios de apoyo.
La base tiene dos pistas y la más reciente, de unos cuatro kilómetros de largo, se construyó en 2006 a un costo de 96 millones de dólares.
Además, tiene un hospital de 50 camas con una sala de trauma, tres quirófanos y una clínica dental moderna, y otra sección alberga una prisión.
Según se ha anunciado, el Ejército de Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) están en las etapas finales de su participación en Afganistán, y se pusieron como fecha límite el 11 de septiembre para la retirada total.
Se estima que en el país quedan alrededor de tres mil soldados estadounidenses y unos siete mil de la OTAN, pero estos últimos comenzaron su salida esta semana sin hacerlo público, al contrario de sus pares norteamericanos.
Actualmente se está negociando la protección del aeropuerto internacional Hamid Karzai, de Kabul, de momento en manos de soldados turcos y estadounidenses.
Probablemente estos sean los únicos que permanezcan en suelo afgano después de este año, junto alrededor de 650 efectivos para proteger la embajada de Estados Unidos en esta capital.
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