Garland ordenó el cese de todas las ejecuciones en prisiones federales mientras el DOJ lleve a cabo una revisión de sus políticas y procedimientos en ese sentido, según un memorando citado este sábado en medios digitales.
El procurador general se refirió en el texto a la ‘arbitrariedad en la aplicación (de la pena capital), el impacto dispar sobre las personas de color y la preocupante cantidad de exoneraciones en casos graves’.
Garland también dispuso que se revisen los protocolos de uso de las drogas inyectables letales para ejecutar a los condenados a la sanción máxima.
En 2020 el gobierno del entonces presidente Donald Trump llevó a cabo una sucesión de ejecuciones de 13 reos sentenciados a muerte, las primeras con carácter federal desde 2003.
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