A horas de la sesión inaugural del órgano que tendrá la tarea histórica de redactar una nueva Constitución por primera vez de forma democrática, quedan indefiniciones sobre temas organizativos y de funcionamiento que todos esperan se puedan solucionar prontamente.
Sin embargo, las diferencias entre la mayoría de los integrantes de la Convención y el Ejecutivo se agudizaron luego que los constituyentes de los pueblos originarios exigieran la renuncia de Francisco Encina Morales, jefe de la secretaría administrativa.
Explicaron los representantes indígenas que pidieron reiteradamente la presencia de intérpretes de lenguas originarias en las sesiones de la Convención, pero eso les fue negado y calificaron esa situación como un incumplimiento de los compromisos contraídos.
En consecuencia solicitaron al gobierno nombrar un nuevo secretario ejecutivo y advirtieron que de lo contrario se ‘pone en riesgo la asistencia y participación de las primeras naciones en la ceremonia de instalación’.
Además, sentó muy mal en amplios sectores que Encina justificó la contratación
de los servicios de seguridad a una empresa dirigida por un ex carabinero que integró la guardia presidencial del dictador Augusto Pinochet.
Pero la desconfianza aumentó porque Encina, según trascendidos, es hombre de confianza del ministro Juan José Ossa, lo que para algunos pudiera dar pie a una intervención tras bambalinas del Gobierno en el funcionamiento de la Convención Constitucional.
Desde el Ejecutivo la respuesta ha sido esquiva y el ministro Ossa solo señaló que las propuestas de La Moneda ‘han sido minimalistas’ como muestra de respeto a la Convención.
Numerosos constituyentes insisten en que no ha existido fluidez en la comunicación y quedan numerosos temas pendientes sobre el funcionamiento de ese órgano.
Pero durante la semana otros temas también marcaron el acontecer noticioso, como la asunción de sus puestos por 344 alcaldes y concejos municipales elegidos en las elecciones del 15 y 16 de mayo, como parte del proceso electoral que se lleva a cabo en el país.
Con discretas ceremonias oficiales o por vía telemática a causa de la pandemia de Covid-19 que impide las reuniones numerosas, los gobiernos comunales iniciaron su labor mostrando los notables cambios en la correlación de fuerzas en el país, adversos para la derecha.
La noticia positiva llegó desde la economía, al informar el Banco Central un crecimiento del 18,1 por ciento en mayo, lo cual fue recibido con entusiasmo por el Gobierno.
No obstante, el propio ente emisor advirtió que ese fuerte crecimiento porcentual tiene como una base comparativa muy baja con el mismo mes de 2020, cuando la economía del país sufrió su mayor contracción histórica, de menos 15,7.
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