El equipo del técnico Gareth Southgale disputará su primer partido fuera de Wembley, estadio que le sirviera de cuartel general en Londres durante los primeros cuatro enfrentamientos, en espera de vencer y regresar al mismo escenario para semifinales y una hipotética final.
Aunque las temperaturas de la capital italiana son más elevadas, el conjunto inglés extrañará a su leal y motivadora afición, limitada de viajar a Italia por las restricciones existentes con Reino Unido producto de la pandemia de la Covid-19.
Aún así, el elenco de la Rosa parte como favorito ante los ucranianos del exgoleador Andriy Shevchenko, quizás el menos esperado de los invitados en la instancia de los ocho finalistas.
Ucrania clasificó como uno de los mejores terceros a octavos de final y luego superó a Suecia en un partido que se extendió a la prórroga, por lo que el cansancio acumulado puede pasarle factura a sus jugadores frente a los ingleses.
Tres horas antes de este duelo, Dinamarca y República Checa protagonizarán en Bakú su desafío de cuartos de final, el único entre selecciones que fueron campeonas de la competición en el pasado.
Los daneses levantaron el trofeo continental contra todo pronóstico en el memorable certamen de 1992, mientras los checos celebraron como parte de la extinta Checoslovaquia en la edición de 1976.
Este choque comenzará con la mayoría de los pronósticos a favor de la nueva Dinamita Roja de Kasper Hjulmand, inspirada en el jugador Christian Eriksen, quien sufrió un paro cardíaco durante el primer partido del equipo aunque su vida ya no corre peligro.
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