‘La implementación de esta estrategia contribuirá a proteger al pueblo de Rusia, desarrollar el potencial humano, mejorar la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos, fortalecer la capacidad de defensa del país’, cita el documento como sus prioridades.
También apunta que su aplicación ayudará a fomentar la unidad y cohesión de la sociedad rusa, lograr los objetivos de desarrollo nacional, aumentando la competitividad y el prestigio internacional.
El texto define y rige los intereses y las prioridades estratégicas, así como los objetivos y medidas de política interna y externa dirigidos a fortalecer la seguridad nacional y garantizar el desarrollo sostenible a largo plazo.
La versión anterior de la estrategia entró en vigor el 31 de diciembre de 2015 y la nueva fue refrendada a finales de mayo de este año por el Consejo de Seguridad nacional y subraya la necesidad de aumentar la previsibilidad, la confianza y la seguridad en la esfera internacional.
En tal sentido, reconoce la legitimidad de la adopción de medidas simétricas y asimétricas para prevenir acciones hostiles que amenacen la soberanía y la integridad territorial.
Advierte que en el contexto de creciente tensión geopolítica, la política exterior debe contribuir a incrementar la estabilidad del sistema de relaciones internacionales basado en el derecho internacional y los principios de seguridad universal.
Llama a promover el multilateralismo ‘con el fin de resolver de manera conjunta los problemas globales y regionales bajo la coordinación central de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y su Consejo de Seguridad’, apunta la estrategia.
En cuanto al desarrollo nacional, destaca que Rusia ha demostrado su estabilidad económica, capacidad para resistir la presión de las sanciones externas y trabaja para reducir la dependencia de las importaciones en sectores clave de la economía.
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