El colectivo arribó el sábado pasado a Managua procedente de Ciudad Guatemala, con el objetivo de realizar los trámites migratorios en el consulado de Estados Unidos y viajar a más tardar el 2 de julio al estado sureño de la Florida.
Sin embargo, todas las gestiones en ese sentido resultaron infructuosas.
La escuadra cubana tenía pactado para este sábado un partido ante Guayana Francesa en la ciudad floridana de Fort Lauderdale.
De salir airosa en ese duelo, como era de esperar teniendo en cuenta el nivel del rival de turno, el día 6 enfrentaría al ganador del match Trinidad y Tobago-Monstserrat, antesala de la fase de grupos de la Copa de Oro de la Concacaf.
El colectivo técnico de la mayor isla antillana estaba ilusionado con esa competición, luego que por primera vez lograra convocar una selección con los mejores jugadores nacidos en Cuba, incluyendo los que se desempeñan en ligas de Europa, América Latina y Estados Unidos.
El seleccionado Pablo Elier Sánchez comentó a Prensa Latina que con ese talento humano ya se puede pensar en una futura clasificación a la Copa Mundial, a la cual Cuba no asiste desde 1938.
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