Biden invitó a unos mil socorristas, trabajadores esenciales y miembros del servicio militar y sus familias a una barbacoa en un ‘verano de libertad’ en el jardín sur de la Casa Blanca, donde verán el tradicional espectáculo de fuegos artificiales sobre el National Mall la noche de este domingo.
El mandatario demócrata pretende celebrar los éxitos en sus casi seis meses de gobierno, pero el ambiente de festividad podría no durar más que la pirotecnia porque se vislumbran grandes desafíos, comentó el diario The Boston Globe.
Reportes de prensa dan cuenta también que funcionarios de la administración asistirán a mesas redondas comunitarias, partidos de béisbol, desfiles y festivales en Colorado, Virginia, Oklahoma, Nuevo México, California, Illinois, Pensilvania, Nueva York, Rhode Island, Massachusetts, Tennessee, Ohio, Iowa y Nuevo Hampshire, entre otros lugares.
El periódico The Hill reseñó que el gobierno busca transmitir el mensaje de que Estados Unidos vuelve a la normalidad tras los agotadores 16 meses de la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, para los expertos la Casa Blanca debe ser cauta y no declarar aún la victoria sobre el coronavirus SARS-CoV-2, porque la variante delta del patógeno, que es más contagiosa y potencialmente mortal, está circulando en todos los estados y las zonas menos vacunadas del país han sufrido retrocesos.
La emergencia sanitaria provocó el pasado año la cancelación de casi todos los desfiles, conciertos y actividades en esta capital a propósito de la efeméride.
Reunidos en el Congreso Continental el 4 de julio de 1776, en Filadelfia (Pensilvania), los delegados de las 13 colonias británicas –que luego dieron origen a Estados Unidos- aprobaron la Declaración de Independencia.
Sin embargo, la independencia (que se conquistó definitivamente en 1783 luego de ocho años de guerra) ni implicó la igualdad social, imposible bajo el régimen capitalista y ni siquiera consagraría la igualdad ante la ley propia del derecho burgués, a juicio de historiadores.
La esclavitud, que apalancó la producción tabacalera y algodonera en ascenso, siguió persistiendo y ganando terreno como relación social, siendo una de las grandes bases de la expansión económica norteamericana, argumentan.
Al decir del desaparecido historiador Howard Zinn, ‘el país no ‘nació libre’, sino que nació esclavo y libre, criado y amo, arrendatario y terrateniente, pobre y rico’, y en base a un pujante mercado interno y una feroz política expansionista se iría convirtiendo de colonia en una gran potencia imperialista.
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