Por la Covid-19, enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, la ansiedad parece acumulada en casi todos los atletas brasileños en la misma proporción que la voluntad de competir.
Para el evento del músculo y por la dolencia única en un siglo, los tradicionales cuatro años se convirtieron en cinco. El mayor ciclo olímpico en décadas dejará su huella.
Tan imprescindible para unos juegos de la magnitud de unas Olimpiadas, lo psicológicamente emocional exigirá de forma excesiva a los deportistas, así como la falta de competiciones durante un calendario antes para realizar ajustes en la preparación.
De previsiones y medallas no deseó comentar a la sección Escáner de Prensa Latina el presidente del Comité Olímpico Brasileño (COB), Paulo Wanderley Teixeira, quien aseguró que el ejercicio anterior a la magna competencia «es el que permite una mejor evaluación en relación con la fase técnica de los resultados».
Explicó que, como en el 2020 casi todos los eventos fueron rescindidos o aplazados, «no disponemos de este parámetro de evaluación respecto a nuestros contendientes».
No obstante, advirtió que cuentan con competidores de alto rango.
LA FIESTA DE RÍO
La mejor participación de Brasil en su historia olímpica tuvo lugar justo en casa, en los juegos celebrados en el estado más turístico. Fueron seis años y medio de preparación para acoger, durante 15 días, el mayor evento deportivo del mundo.
Río enfrentó innumerables retos. Los principales fueron las áreas de infraestructuras, movilidad urbana, seguridad pública y calidad del agua, y salud pública. También presionó el compromiso de garantizar la fiesta popular fuera de los recintos atléticos.
El gigante suramericano contó con la mayor delegación en su historia olímpica. Con 465 deportistas, cerró su participación con récord de 19 medallas: siete de oro, seis de plata y seis de bronce, así como el inédito decimotercer lugar en el cómputo general. Hasta entonces, el mayor número de títulos dorados era de cinco en Atenas 2004.
Los brasileños subieron al podio en 12 deportes: atletismo, boxeo, canotaje de velocidad, fútbol, gimnasia artística, judo, maratones acuáticos, taekwondo, tiro deportivo, vela, voleibol y voleibol de playa.
Nunca antes el canotaje y el maratón acuático aportaron medallas. Además, hubo numerosos momentos destacados de la «comitiva verdeamarelha» en Río 2016.
Los tres galardones del canoísta Isaquias Queiroz, algo inédito para un nacional en una misma edición, el primer oro en boxeo y fútbol masculino, el pergamino en tiro deportivo después de casi 100 años, resaltaron entre otros sucesos.
Brasil figuró entre los cinco primeros clasificados en 19 competiciones de 11 disciplinas. Estos juegos pasaron a la historia por ser los primeros en realizarse en tierras sudamericanas, donde también leyendas como el estadounidense Michael Phelps en la natación, y el jamaicano Usain Bolt en el atletismo, dijeron adiós.
Para Wanderley Teixeira, a pesar de los retos que plantea la pandemia, «nuestro objetivo ahora es buscar la mejor preparación posible para los atletas brasileños. Todos nuestros esfuerzos se centran en esto».
Cuando nuevamente se insistió en el número de medallas en la capital nipona, el timonel del COB recalcó que ahora se busca»encontrar la mejor preparación para los atletas brasileños. Tenemos que superar nuestras carencias, las dificultades que tenemos en el camino y tratar de llegar en nuestras mejores condiciones».
Eso es lo que el COB y las confederaciones tratan de hacer ahora. Intentar la mejor preparación posible, superando todas las dificultades que tenemos por delante, remarcó.
Reconoció que no se tiene ningún control e información sobre adversarios. «Hemos comprobado que, a diferencia de lo que de alguna manera se propugnó, el nivel técnico de los resultados es alto en el mundo. Incluso los países con dificultades consiguen mantener un nivel de preparación».
Preferimos, insistió, no indicar las modalidades con posibilidades de medalla para no menospreciar el trabajo de deportistas, entrenadores y de las confederaciones que se esfuerzan por presentar sus mejores resultados en Tokio.
MISIÓN EUROPA
Debido a la calamidad sanitaria, en el segundo semestre de 2020 el COB elaboró el proyecto llamado Misión Europa, que atendió a 238 atletas, de 24 modalidades, durante seis meses.
«Esta fue la solución que encontró el comité olímpico para que todos pudieran entrenar con seguridad. Nuestra base principal estaba en Rio Maior (Portugal), pero también estuvimos en otras ciudades portuguesas e incluso en otros países, como España, Francia y República Checa», comentó a Escáner el dirigente deportivo.
Tras este período de adiestramiento, cada equipo procedió a la planificación delineada, que preveía la participación en competiciones o el regreso a Brasil, con condiciones de preparación adecuadas.
Según Wanderley Teixeira, «el éxito de la Misión Europa fue tan grande que iniciamos una negociación para establecer una base permanente en Rio Maior».
Además, agregó, reabrimos nuestro Centro de Entrenamiento (CTTime Brasil) en Río, siempre cumpliendo con todos los protocolos necesarios para preservar la salud de los atletas.
Mencionó que la gimnasia y los deportes acuáticos se entrenan con normalidad en instalaciones olímpicas que gestiona el COB, pero también se recibió a otros equipos nacionales, como el boxeo, el bádminton, el levantamiento de pesas, el tiro con arco, el taekwondo y el voleibol de playa.
«Todo esto nos hace creer que estamos ofreciendo a los atletas brasileños las mejores condiciones de entrenamiento posibles dentro del escenario actual», acentuó.
INQUIETUDES
La suspensión un año por la pandemia y los desvelos médicos por los contagios en la cuarta ola de Covid-19 en Japón marcan la Olimpiada, prevista para comenzar el 23 de julio.
El COB confía plenamente en las medidas que aplicarán el Comité Olímpico Internacional y el grupo organizador de los juegos, aseguró el octavo dan en judo.
Puntualizó que «estamos en constante contacto con ambas entidades, así como con algunas federaciones internacionales, para estar siempre al día de lo que nos encontraremos antes y durante los Juegos, y así ofrecer las mejores condiciones a los atletas».
Reveló a Escáner que Brasil tendrá nueve bases exclusivas en Tokio y sus alrededores, y «en estos lugares podremos reforzar las medidas de seguridad y prevención para toda la delegación».
Asimismo, agregó, invertimos en las pruebas de todos y en los equipos de protección personal. Esta es la nueva normalidad.
«Todos tendrán que llevar mascarilla, seguir manteniendo las medidas de higiene, realizar pruebas antes y después de llegar a Japón, pasar por la cuarentena si es necesario y mantener siempre la distancia social», recordó.
Al aludir a la vacunación antiCovid-19, detalló que el COB seguirá todas las determinaciones del Plan Nacional de Inmunización del Gobierno federal, en cuanto al orden de prioridades de inoculación de la población.
Hasta ahora no hay ninguna negociación para vacunar a los atletas brasileños antes de los grupos prioritarios definidos, admitió el graduado en Educación Física.
Para evitar el aumento de infectados por el patógeno se prohibió la llegada de público internacional a Tokio y una campaña anti-Olímpicos demanda que sean cancelados los juegos. Con sólidos argumentos, el sindicato de médicos de Japón apoyó tal pedido.
De acuerdo con el profesor y exjudoca, en marzo de 2020, la entidad que dirige abogó por posponer el evento deportivo ante el empeoramiento de la pandemia y la consiguiente dificultad para que los atletas mantuvieran su mejor nivel competitivo, tras la paralización de entrenamientos y suspensión de competencias.
En ese momento, reflexionó, no había perspectivas de reanudación de las actividades, ni de aparición de la vacuna. Aunque la situación sigue siendo preocupante, el escenario actual está más claro.
«Creemos que es posible organizar la Olimpiada con el debido cuidado y las adaptaciones ante la pandemia. Confiamos en que el COI y los organizadores de Tokio 2020 realicen los mejores juegos posibles para este momento», subrayó finalmente a Escáner el presidente del COB.
Entre favoritos, sorpresas y frustraciones, la delegación brasileña tendrá la oportunidad de competir y superar las 19 medallas de Río.
Antes de la llegada del coronavirus, el COB calculaba unos 40 nombres que podrían subir al podio en la urbe japonesa. Por lo tanto, el parámetro es el 2019, año en que Brasil ganó siete títulos universales y varios otros pergaminos en todo el mundo.
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(*) Corresponsal jefe de Prensa Latina en Brasil
Este trabajo contó con la colaboración de la editora Amelia Roque, los periodistas Yodeni Masó y Jhonah Díaz González, y la webmaster Wendy Ugarte.