En conferencia de prensa, el canciller aseguró que mediante el uso de instrumentos poderosos y sofisticados, Washington buscó generar desorden e inestabilidad para fracturar el orden constitucional, el consenso social y la armonía del pueblo caribeño.
‘Es un diseño con fines políticos en el cual el Gobierno norteamericano trabajó desde hace tiempo y fortaleció los financiamientos’, dijo.
Según el jefe de la diplomacia cubana, la nación norteña aprovechó las duras condiciones generadas por la pandemia de la Covid-19, y usó a la mentira, la calumnia y la manipulación de datos para movilizar a las personas.
Rodríguez detalló que ya desde el 23 de junio pasado, cuando La Habana presentó en la Asamblea General de las Naciones Unidas el informe ‘Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba’, ya estaba en desarrollo una operación comunicacional de alta envergadura.
La misma incluía llamados a la violencia, a la agresión a las autoridades, al asesinato de líderes y a provocar un flujo migratorio irregular entre ambos países, precisó.
El ministro recordó que la propia resolución del 23 de junio, aprobada por la mayoría de las naciones, advirtió cómo Washington emplea recursos, laboratorios sociales y herramientas para desacreditar a Cuba, armas políticas utilizadas en otros contextos, enfatizó.
Algunos sueñan con provocar el caos social, la violencia y la muerte en el territorio insular, remarcó.
Frente a esa situación, el titular reafirmó la voluntad de Cuba de ejercer su derecho a la libre determinación, sin intervención extranjera.
La víspera, Rodríguez señaló que su país está bajo los efectos de una guerra no convencional, recrudecida en las últimas semanas.
La campaña incluye el uso de las redes sociales para promover acciones de desestabilización como las ocurridas el pasado 11 de julio en varias ciudades cubanas, las cuales provocaron la respuesta del pueblo en defensa de la Revolución.
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