Antes, el servicio de prensa del jefe de Estado de Belarús confirmó su visita a Rusia.
El último contacto personal entre ambos mandatarios tuvo lugar a finales de mayo en la ciudad rusa de Sochi, recordó la agencia de noticias TASS.
Entonces analizaron la situación de las relaciones comerciales y económicas, la lucha contra la pandemia de Covid-19 y el incidente con el avión de Ryanair.
Putin y Lukashenko conversaron por teléfono el pasado 1 de julio sobre las nuevas medidas unilaterales aplicadas por Occidente y valoraron la apertura de más vuelos desde territorio belaruso hacia este país.
Ese día, el presidente de la nación euroasiática reiteró su apoyo a Minsk frente a las restricciones provocadas por las nuevas sanciones, al inaugurar a través de videoconferencia el VIII Foro de las Regiones de Rusia y Belarús.
El mandatario advirtió que su país continuará ‘ofreciendo una ayuda abarcadora al hermano pueblo belaruso en la actual compleja situación política interna’.
Denunció que sobre Minsk hay ‘una incesante presión política y de sanciones, además de esfuerzos persistentes para desestabilizar la situación desde el exterior’.
Putin subrayó que Moscú seguirá desarrollando de manera constante relaciones multifacéticas con Belarús para la construcción del Estado de la Unión y como parte del proceso integrador en el marco de la Unión Económica Euroasiática y la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva.
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