Llamamos a presionar al gobierno turco para que sus fuerzas presentes ilegalmente en territorio sirio permitan la llegada del vital líquido a los civiles, denunció el presidente del legislativo, Hamoudah Sabbagh, en cartas dirigidas al secretario general de las Naciones Unidas, al Alto Comisionado de Derechos Humanos y a los presidentes de 46 parlamentos.
Siria deploró en ocasiones anteriores lo que llamó guerra del agua por parte del gobierno turco al privar del líquido a cientos de miles de habitantes en la ciudad de Hasakeh y las comunidades a su alrededor mediante la interrupción del funcionamiento de la planta Alouk, ubicada en la localidad de Ras al-Ain, dominada por militares turcos y extremistas afines.
Asimismo, las autoridades sirias acusaron a Ankara de reducir el caudal del río Éufrates y aseguraron que la cantidad de agua que llega a Siria está muy por debajo a lo estipulado en el acuerdo firmado entre los dos países y depositado en la Secretaría General de las Naciones Unidas.
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