De ‘lamentable y serio’ catalogó ese mensaje negativo el presidente de la Cámara de Turismo de Panamá, Ernesto Orillac, en declaraciones al canal local TVN, y explicó que el mayor flujo actual de visitantes procede de la nación norteña, porque desde Suramérica está prácticamente cerrado el acceso al país.
Elogió la acción de la canciller istmeña, Erika Mouynes, quien instruyó a su embajador en Washington que presentara nota formal al Gobierno de Estados Unidos ‘con los argumentos por los que no consideramos apropiado un Nivel 4 para Panamá, en las advertencias de viaje que #EEUU hace a sus ciudadanos’.
‘Esto debe verificarse porque en temas de salud estamos mucho mejor que otros en Latinoamérica, sin embargo, nos han metido en esa lista como otros más y es otro golpe más que le dan a la industria’, aseveró Orillac, quien aseguró que esto agrava la situación de las familias que viven del sector.
Explicó que los operadores internacionales hacen sus catálogos y ofertas con una antelación de entre tres a seis meses, ‘por lo que no se puede tener un país que hoy está abierto y que mañana te cierran por una u otra razón’ y ello condiciona la recuperación de la industria, dijo.
El pasado lunes, el Departamento de Estado emitió una ‘alerta de emergencia’ para los viajeros de ese país de ‘no viajar a Panamá’, tomando en cuenta que había un ‘Aviso de salud de viaje de nivel 4 para Panamá debido al COVID-19, lo que indica un nivel muy alto de Covid-19 en el país’.
Agregó la nota que ‘debido a la situación actual en Panamá, incluso los viajeros completamente vacunados pueden estar en riesgo de contraer y propagar variantes de Covid-19’ y recomendó revisar las informaciones emitidas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades para inmunizados o no.
La sugerencia de evitar visitas al Istmo incluyó también advertencias de inseguridad por ‘tráfico de drogas y otras actividades ilícitas’ en regiones del oriente, centro y occidente de la nación, al tiempo que reveló la incapacidad de las autoridades estadounidenses para ofrecer ‘servicios de emergencia’ a sus conciudadanos en esos lugares.
Analistas locales, que pidieron el anonimato, recordaron que Estados Unidos es el ‘principal aliado’ de Panamá y esta advertencia para viajeros no hay que verla aislada a que la nación istmeña permanece aún en listas discriminatorias de organismos dominados por el vecino norteño, como la del Grupo de Acción Financiera Internacional.
Por ello suponen alguna molestia de la parte estadounidense, que mantiene su embajada a nivel de Encargado de Negocios desde la renuncia del último embajador en enero de 2018, aunque tras la elección del actual gobierno panameño visitaron el país varios altos cargos de la anterior y actual administración de Estados Unidos.
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