Hace un par de semanas los insurgentes ocuparon la localidad y las tropas gubernamentales la abandonaron por su seguridad.
Desde entonces Al Shabab recaudó impuestos de los residentes y planeó establecer una administración territorial paralela.
La ciudad del estado de Galmudug, cambió de manos en los últimos tiempos, y Al Shabab quiso retener su control en el intento de presionar y derrocar a la frágil autoridad federal somalí.
Según medios de prensa, en la reconquista de la localidad el Ejército destruyó cuatro bases de los insurgentes, además retiró artefactos explosivos improvisados que plantó la guerrilla y frustró un ataque suicida.
‘El Ejército Nacional Somalí y las fuerzas regionales Darwish de Galmudug están llevando a cabo operaciones ofensivas para eliminar a los terroristas en el sur de la región de Mudug’, acotaron autoridades del estado.
En ese ámbito, el viernes un coche-bomba estalló cerca de una base militar en los alrededores de Ba’adweyne, aún controlada por Al Shabab, que preparaba una ofensiva para alejar más a los militares de esa ciudad.
Agentes de los órganos seguridad confirmaron la operación suicida, detenida cuando las fuerzas gubernamentales abatieron al conductor del vehículo.
Tras ese frustrado ataque los militares lograron retomar la villa.
El Ejército y otras formaciones afines reforzaron sus acciones ofensivas en los últimos meses por la posible retirada de su aliado, el contingente de la Misión de la Unión Africana (Amisom) del país a finales de año.
Desde 1991, tras el derrocamiento del presidente Mohamed Siad Barre por alianzas guerrilleras, Somalia sufre un conflicto bélico en el cual participan diversas fuerzas, incluyendo extranjeras.
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