Los sirios defendieron sus derechos con gran determinación e hicieron fracasar los proyectos de los enemigos que apostaron desde el principio por el miedo del pueblo al terrorismo y convertir a los sirios en mercenarios que venden su patria a cambio de un puñado de dólares, dijo el mandatario en su discurso de investidura pronunciado tras la ceremonia de juramento constitucional en el Palacio del Pueblo.
Destacó que la conciencia popular es la fortaleza del pueblo y es el estándar por el cual se mide la capacidad para superar las dificultades.
Hemos demostrado ser un pueblo cuya conciencia no se puede domar y no cae en la trampa de la libre entrega, precisó.
Según el gobernante, un pueblo que libró una feroz guerra y recuperó todo su territorio es capaz de reconstruir su economía con la misma voluntad y determinación.
Como prioridades de la labor gubernamental durante los próximos siete años de su mandato, al-Assad priorizó el aumento de producción, mejorar el nivel de vida, modernizar y actualizar las leyes y combatir la corrupción.
Al-Assad ganó los comicios presidenciales efectuado el 27 de mayo último con el 95,1 por ciento de los votos emitidos por los 14 millones 239 mil 140 sirios que ejercieron su derecho al sufragio.
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