Los asaltantes irrumpieron el sábado en el lugar, ubicado a 55 kilómetros de la ciudad de Kwala y se llevaron cinco camionetas y a los rehenes, precisaron los militares en un comunicado colocado en la red social Facebook.
También esos agresores destruyeron equipos, incluidos una grúa y volquetas pertenecientes a una empresa china y a una mauritana, y según un oficial del Ejército acogido al anonimato, las víctimas trabajaban en la construcción de la red vial en la región.
Por su parte, la agencia de noticias de Mauritania Al Akhbar informó que los atacantes llegaron en motocicletas y quemaron equipos, así como tanques de combustible antes de marcharse con los cautivos y afirmó que: ‘La liberación de todos los rehenes es nuestra prioridad’.
Malí lucha desde 2012 para contener la violencia vinculada a los grupos radicales, una secuela de la guerra desatada en 2011 por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra Libia en la que asesinaron al líder Muamar Gadafi.
Las formaciones extremistas extendieron las operaciones desde sus posiciones en el norte del desierto hasta la región central de este país, así como llevaron la inseguridad a los vecinos Burkina Faso y Níger, por lo cual miles de personas murieron y cientos de miles huyeron de sus hogares, así como son frecuentes los secuestros.
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