En declaraciones exclusivas para Prensa Latina, durante su visita de trabajo a esta capital, el diplomático calificó de crimen de lesa humanidad las medidas coercitivas unilaterales impuestas por las diferentes administraciones de Washington contra la nación antillana por más de 60 años.
‘Pero como no han podido con la voluntad de los cubanos, con su heroísmo y estoicismo, con la dignidad con que defienden su país, están buscando cómo utilizar otras tecnologías, otros métodos, otros instrumentos para debilitar al Gobierno y al pueblo cubanos’, advirtió.
Moncada subrayó que las acciones desestabilizadoras lanzadas contra la isla caribeña en los últimos días, tienen el mismo objetivo de siempre: derrocar a la Revolución y al gobierno revolucionario.
Expresó que ‘a pesar del costo y el sufrimiento que generan el bloqueo y todas las medidas unilaterales, ilegales y arbitrarias de Estados Unidos, hay que resistir, luchar, vencer y seguir adelante en defensa de los derechos de nuestros pueblos’, dijo.
De lo contrario, ‘nos come el imperialismo’, alertó. Indicó que en tal caso, los proyectos de conquista social de avanzada, en beneficio de los pueblos, pueden sufrir parálisis o los enemigos de estos procesos alcanzar los cambios de Gobierno que pretenden.
‘Pero somos dichosos, tenemos pueblos con mucha moral, dignidad y capacidad de resistencia por muy difícil y agresivo que sean los enemigos’, enfatizó el político nicaragüense.
Aseguró que existen muchos puntos de contacto entre las provocaciones recientes en Cuba y la guerra psicológica, usando las Tecnologías de la Información y la Comunicación, que enfrentó la Revolución Sandinista en 2018.
Apuntó que tales eventos no son espontáneos, ni improvisados y son parte de un diseño. Puso como ejemplo la invasión de 2011 a Libia, cuando ‘en un momento proyectaron como en una película de Hollywood, que el Gadafi (Muamar) se había rendido, que Libia ya estaba ocupada, lo cual no era cierto’, declaró.
El político aclaró que estos métodos van dirigidos a afectar el ánimo, la moral, fomentar al desaliento, el desánimo, la confusión social, usando la mentira y la manipulación para hacer dudar a la gente de los esfuerzos de sus autoridades.
El canciller nicaragüense denunció que tales peligros prevalecen y aumentan en la nación centroamericana de cara a las próximas elecciones del 7 de noviembre.
En tal sentido, llamó la atención sobre el aumento del financiamiento estadounidense a los opositores internos, las organizaciones no gubernamentales, y algunos grupos de la sociedad civil.
‘Son los caballitos de batalla, son como el Caballo de Troya, son quintas columnas para atentar contra el propio país que los vio nacer. Tenemos una serie de gente que se convierten en traidores de su propio país y demandan injerencia, intervenciones y hasta intervenciones armadas’, opinó.
Recordó que en 2018 el país sufrió un intento de golpe de Estado con apoyo del poder financiero y mediático de Estados Unidos y otros países europeos, el cual fue rechazado por la participación y el protagonismo del pueblo nicaragüense que impidió su objetivo que era derribar al gobierno del presidente Daniel Ortega.
Moncada expuso que mientras se acercan las elecciones del próximo 7 de noviembre, aumentan las manipulaciones mediáticas sobre la legitimidad del proceso electoral en Nicaragua.
‘Ya están diciendo que las elecciones no son claras ni transparentes porque no estará la OEA (Organización de Estados Americanos) ni la Unión Europea observando’, comentó.
El titular de Relaciones Exteriores de Nicaragua rememoró que durante la última actuación como observador en Bolivia, la OEA fue cómplice de la gestación del golpe de Estado electoral que tuvo lugar en esa nación.
‘Mintieron, engañaron, difamaron, transformaron la información de las elecciones y generaron un rompimiento del orden constitucional en Bolivia. Con ese ejemplo, ¿qué autoridad puede tener la OEA para ir a observar y decir que una elección es legítima y transparente?’, precisó.
Reflexionó que los principales desafíos que enfrenta Nicaragua en estos momentos están relacionados con la propia existencia de los países progresistas y de avanzada de la región, junto a Cuba, Venezuela y Bolivia.
‘Estamos en una región donde tenemos un imperio ya caduco, vetusto, que ahí está, y que pretende recolonizarnos, reconquistarnos, continuar con una política de dominación que definieron con la doctrina Monroe. Ellos insisten en dominar y controlar nuestros países’, explicó.
El canciller nicaragüense consideró que lo fundamental está en ‘cómo aseguramos nuestra existencia como países, defendiendo nuestros derechos para existir en paz, con estabilidad, tranquilidad, con progreso y con capacidad para defendernos de las agresiones’, señaló.
jha/mml