De acuerdo con la revista Somos Jóvenes, la Open Technology Fund (OTF), organización adscrita a la Agencia estadounidense para los Medios Globales (Usagm), desembolsó en 2020 la mencionada cifra para el sostenimiento de Psiphon, un programa que se emplea para acceder a Internet (VPN).
La publicación utiliza como fuente un tuit de la senadora republicana Marsha Blackburn, quien aseguró que Psiphon es respaldado por la OTF, que a su vez recibe fondos del Gobierno norteamericano.
También, de forma pública, la OTF en su sitio web muestra el monto del financiamiento para la compañía que creó la VPN y sus razones: sostener el apoyo que la aplicación brinda a la Usagm.
Este sería, como igualmente aparece de manera explícita, facilitar que las audiencias descubran y accedan ‘sin censura’ a contenidos que promueve esa agencia estadounidense, dedicada a ‘informar, involucrar y conectar a personas de todo el mundo en apoyo de la libertad y la democracia’.
En el caso de la isla es importante subrayar que entre las seis entidades que componen la Usagm está la Oficina de Radiodifusión de Cuba, o lo que es lo mismo, Radio y TV Martí, medios de difusión creados para fomentar la subversión en la nación caribeña, según Somos Jóvenes.
Asimismo, otros espacios relacionados con la agencia son Voice of America, Radio Free Europe/Radio Liberty, Radio Free Asia y Middle East Broadcasting Networks (Alhurra TV and Radio Sawa).
Estos elementos explican, de acuerdo con la revista cubana, por qué desde 2016 la cuenta en Twitter de Psiphon (@PsiphonEsp) promueve sitios anticubanos como Martí Noticias, 14 y Medio y Cubanet; o que al conectar la VPN desde la nación caribeña también aparezcan sus promociones en el navegador.
Psiphon, un proyecto desarrollado por Citizen Lab, en la Universidad de Toronto, Canadá, en 2007 se convirtió en una corporación independiente denominada Psiphon Inc.
En su definición propia se presentan como una herramienta de elusión que utiliza tecnologías para proporcionar ‘acceso no censurado al contenido en internet’, pero llama la atención su enfoque en países como China, Irán, y Rusia, con proyectos sociales, políticos y económicos alternativos al estadounidense.
En Cuba, tras los disturbios del 11 de julio, el uso de dicha VPN fue promovido por diferentes vías, y según la propia Blackburn más de un millón de personas la emplearon.
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