La mayoría de la gente lo que quiere es una relación normal entre los dos países, que no haya sanciones y se restablezcan los viajes, las remesas, expresó Lazo, coordinador del proyecto Puentes de Amor, en declaraciones a Prensa Latina.
‘El odio es chillón y el amor es tímido, pero los que amamos somos más, muchos más’, subrayó el profesor de secundaria, quien junto a un grupo de cubanoamericanos lleva casi un mes en una inédita caminata por el fin del cerco unilateral estadounidense que intenta, hace más de 60 años, estrangular a las familias cubanas.
Relató que comenzaron a caminar muy temprano en Virginia, estado que atraviesan en su peregrinar hasta Washington DC, la capital del país, donde el próximo 25 de julio reclamarán frente a la Casa Blanca que el presidente Joe Biden elimine el bloqueo.
Dijo que en esta parte del trayecto se les unieron dos cubanos que para alcanzarlos tuvieron que conducir por más de 20 horas seguidas desde la ciudad de Miami y al preguntarles por qué lo hicieron su respuesta fue que no podían permanecer pasivos.
Ellos marchan con Puentes de Amor por sus hijos, por sus padres, por sus amigos, por los vecinos, porque la familia salga adelante, por todos los cubanos, coincidieron al insistir Biden debe escuchar este reclamo.
Otros integrantes de grupo enfatizaron que el bloqueo viola los derechos humanos de los cubanos y que es hora ya de que la isla tenga acceso a los medicamentos, a las tecnologías de salud.
Queremos que Cuba tenga recursos y que llegue el día en que las jeringuillas no sean el resultado de un extraordinario esfuerzo conjunto como hizo la organización CodePink para apoyar la campaña de vacunación en Cuba frente a la Covid-19, enfatizó una joven de Puentes de Amor.
Por su parte Lazo elogió las muestras de solidaridad del pueblo estadounidense, en este caso a la familia residente en un área rural de Virginia que les ofreció su hospitalidad y les transmitió la confianza de que junto a ellos estarían seguros.
Desde el inicio del peregrinaje en Miami, Florida, el 27 de junio, Puentes de Amor cruzó Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Virginia.
Lo más curioso es que nadie quiere el bloqueo y hemos hablado ya con cientos de personas a lo largo del camino, comentó el activista, que tampoco se explica ‘cómo si la gente de pueblo piensa así los gobernantes de este país no escuchan directamente ese clamor’.
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