Según la declaración, Moscú pide ‘un estudio a fondo por parte del Tribunal de los materiales y pruebas presentados por el estado demandante’, subrayó.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia comentó que la decisión de presentar la denuncia debió tomarse hace mucho tiempo y que la situación actual en Ucrania no dejó otra opción que recurrir a las instancias judiciales internacionales.
‘Se trata de la discriminación de la población de habla rusa, incluida la perdida de los derechos educativos; la persecución de periodistas y medios de comunicación’, indicó el documento.
La acusación incluyó además ‘las atrocidades sistemáticas infligidas a los residentes de Donbass durante la llamada operación antiterrorista desplegada por Kiev contra su propia población’, reflejó el texto.
Llamó la atención también sobre las consecuencias de las acciones de las autoridades de Kiev sobre la población de los territorios fronterizos rusos, incluido el bloqueo del agua a Crimea.
La Cancillería rusa explicó que la presentación del caso ante el TEDH fue el resultado del ‘completo desprecio’ por parte de Kiev de los organismos y obligaciones internacionales, además de la incapacidad del sistema judicial ucraniano para ‘investigar adecuadamente estos hechos’.
Aseguró que todas las reclamaciones contenidas en la denuncia están respaldadas por un considerable número de pruebas acumuladas a lo largo de los años.
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