Con esas acciones con evidentes propósitos políticos se pretende obstaculizar el regreso de los desplazados, que en su mayoría lo desean, lo cual contradicen los propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y el interés nacional del Estado sirio, dijo el Canciller en su intervención ante una reunión conjunta sirio-rusa celebrada en Damasco.
Reveló que tales intenciones quedaron confirmadas durante la llamada Quinta Conferencia de Bruselas sobre Siria celebrada en marzo pasado sin la participación del gobierno sirio y consultar siquiera a Damasco.
Enormes presupuestos fueron asignados por los participantes en este evento a los gobiernos de los países que acogen los refugiados con la exclusiva meta de obstruir su regreso o su reasentamiento en esos países, explicó el jefe de la diplomacia siria.
Hizo referencia a la intensa labor gubernamental que se realiza con muy limitados recursos para facilitar el regreso de los desplazados y crear condiciones apropiadas para su vida en cooperación con países amigos como Rusia, Irán y China, además de las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales internacionales.
Calificó de catastróficas las repercusiones de las medidas coercitivas unilaterales impuestas a Siria y su pueblo por los países occidentales y la continua ocupación de tierras de a nación levantina, incluido el robo y saqueo por parte de Estados Unidos y sus aliados del petróleo, gas, trigo, agua y el patrimonio histórico.
La víspera, el ministro interino de Administración Municipal de Siria, Hussein Makhlouf, reveló que unos cinco millones de desplazados internos y externos volvieron a sus hogares de forma voluntaria y segura, y atribuyó esta cifra a la mejoría de la situación de seguridad y el constante empeño gubernamental por garantizar los servicios y una vida digna para los retornados.
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