La atleta de 23 años, encargada de encender el pasado 23 de julio el pebetero de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, protagoniza el proyecto homónimo iniciado en 2019 durante la celebración del Abierto de Estados Unidos.
Finalizado a principios de 2021, justo antes de que Osaka se retirara del Roland Garros, el audiovisual consta de tres episodios: Ascenso, Mentalidad de campeona y Camino propio, los cuales conducen al espectador a través de las interioridades de la deportista, quien actualmente descuella como líder y activista social.
En ese sentido, cada capítulo brinda nuevos matices en torno a Osaka, las victorias, los reveses, su búsqueda de nuevas facetas, la exporación personal y su lucha por mantener su bienestar mental luego de la muerte de uno de sus mentores.
El material revela el período de depresión enfrentada por la tenista después de vestirse con el título del Grand Slam de 2018, escenario que transformó su perpectiva y la convirtió en defensora de los deportistas que han sufrido problemas sicológicos.
Bajo la dirección de Garrett Bradley la serie ilustra, además, el tiempo que la atleta dedica a su familia, la relación con el rapero Cordae y su postura de denuncia a custiones de discriminación racial, asumida a raíz del asesinato de George Floyd y el movimiento Black lives matter.
‘Entonces, ¿qué soy yo, sino una buena jugadora de tenis?’, afirma Osaka en uno de los momentos de la docuserie, en la cual reflexiona sobre su rol en dicha disciplina, justo en un contexto marcado por su regreso a las canchas tras dos meses de inactividad.
Ganadora de cuatro Grand Slam y exnúmero uno del ranking femenino, Osaka recibió el honor de portar la antorcha olímpica hasta el final del recorrido, al sobresalir entre una lista de nombres de gran prestigio como el golfista Hideki Matsuyama, el exnadador Kosuke Kitajima, el exjudoca Tadahiro Nomura y la leyenda del béisbol Sadaharu Oh.
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