Las presiones de Estados Unidos contra Cuba alcanzaron el nivel de terrorismo de Estado organizado mediante el ataque a la representación diplomática cubana en París y anteriormente en Washington, en una flagrante violación de todas las convenciones y normas internacionales, afirmó la Cancillería en una declaración difundida por los medios nacionales.
La nota repudió enérgicamente las campañas de desinformación, falsificación de hechos e incitación por parte de la administración estadounidense contra la isla, y reiteró la plena solidaridad con Cuba ante lo que llamó ‘renovado complot’ en su contra.
Esas acciones forman parte de la política agresiva de Washington y sus intentos desesperados de someter a Cuba a sus dictados, precisó el texto.
Asimismo, expresó la confianza en la capacidad del pueblo cubano de abortar esta conspiración, preservar la soberanía del país y conservar los logros y conquistas de la Revolución triunfante en 1959.
La representación de Cuba en París, la capital de Francia, fue en la noche de 26 de julio víctima de un ataque terrorista con bombas caseras.
La nación antillana vive bajo una intensa campaña comunicativa que tergiversa la realidad para fomentar el caos y la desestabilización, y bajo la cual, paralelamente a las acciones contra sus misiones en el exterior, se difunden falsas noticias sobre supuestos ‘levantamientos populares’ y represión policial en la isla.
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