‘No exageramos un ápice cuando decimos que el asalto al Moncada, pese a que en lo inmediato fue una derrota, fue el inicio de un ciclo de ascenso de las luchas revolucionarias en toda América Latina’, afirmó el académico en un conversatorio organizado por el Partido Comunista del Ecuador, a propósito del 68 aniversario de la gesta en el país caribeño.
Durante su intervención en la cita, realizada de manera virtual, Borón estimó que todos los hechos emancipatorios registrados en la región luego del asalto al Moncada, ocurrido el 26 de julio de 1953 por jóvenes en rechazo a la dictadura de Fulgencio Batista, fueron ecos de la llamarada que incendió la zona con ese hecho.
‘Ninguno de estos procesos políticos emancipatorios, con diferentes características y distintos estilos, de alguna manera se desprende de la victoria histórica del movimiento revolucionario en Cuba’, añadió y consideró que rendir homenaje a esa gesta es un justo reconocimiento.
Al respecto, se refirió al líder histórico cubano Fidel Castro como figura que sintetizó el legado del luchador antiimperialista José Martí, y describió su discurso de autodefensa tras ser capturado por estar al frente del asalto, conocido como: ‘La Historia me Absolverá’, como una pieza maestra del pensamiento político del siglo XX a nivel internacional.
Para el politólogo, América Latina tiene una deuda enrome con Cuba, no solo con sus médicos y alfabetizadores, sino también porque no bajó los brazos y no arreó las banderas de la revolución, ni del socialismo, cuando se venía el mundo abajo, luego de que implosionara la Unión Soviética y las democracias populares de la Europa oriental abrazaran el capitalismo.
En cuanto a la situación actual de la nación antillana, aseguró que ese país ha tenido fuerza para resistir el asalto y el acoso más prolongado en la historia de la humanidad, con el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos por más de 60 años.
‘Esto hace que Estados Unidos no se detenga ante ninguna consideración moral y ética, en su afán de apoderarse de Cuba. No lo ha logrado ni lo logrará, pero está permanentemente trabajando en esa dirección’, sentenció y alertó que el proceso de los incidentes del 11 de julio, se preparó con tiempo, no fue espontáneo, sino trabajado.
Tras sentenciar que el país norteño tiene un poderío declinante, auguró un 2022 interesante en la región y llamó a resistir y evitar una nueva embestida estadounidense, así como a preservar la revolución cubana como patrimonio único e igualmente la de Venezuela y Nicaragua, con una defensa incondicional, mas allá de discusiones por determinados aspectos.
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