En una reunión con el jefe del sector patronal, Samir Majoul, el mandatario demandó evitar la monopolización y la especulación ante la miseria de los ciudadanos y pidió a los hombres de negocios que no piensen en la ganancia a expensas de la pobreza de la gente.
Según los resultados de una reciente encuesta de Emrhod Consulting, el 87 por ciento de los tunecinos aprueba las decisiones de Saied hasta la fecha, entre ellas la suspensión del Parlamento, la destitución del primer ministro y de una veintena de cargos del Gobierno.
La Constitución de Túnez no permite la disolución del Legislativo, pero considera legal la suspensión de sus funciones por un periodo de 30 días, a lo cual se acogió el gobernante para basar su acción, pese a las denuncias de los partidos sobre un golpe de Estado.
Esa actuación en el ámbito institucional –cancelar al Parlamento y disolver al Ejecutivo- llegaron tras la jornada de protestas del pasado domingo en las principales ciudades contra la gestión del primer ministro, Hichem Mechichi, ante la crisis socioeconómica, ahondada por la pandemia de la Cvid-19.
Por su parte, la agencia tunecina (TAP) notificó este jueves la decisión del mandatario de retirar de su cargo al director de la televisión nacional Watania, Mohamed Lassad, a quien sustituyó Awatef Dali.
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