La víspera el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, calificó el pronunciamiento de mentira, calumnia, y dijo que asume la ‘farsa injerencista imperial’ contra su país.
El mandatario refirió que resulta increíble que el funcionario europeo no mencione el genocida y cruel bloqueo económico impuesto por Estados Unidos desde hace seis décadas a la isla antillana, y cuestionó si su actitud es por falta de valor o sumisión.
Precisamente Borrell, a inicios del mes de junio, intervino ante el Parlamento Europeo en defensa del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación con Cuba, durante un debate introducido por eurodiputados de la derecha para agredir a la nación caribeña con el tema de los derechos humanos como arma.
En esa ocasión el diplomático sí hizo alusión al cerco norteamericano y criticó su recrudecimiento durante la gestión de Donald Trump (2017-2021), con más de 240 medidas coercitivas unilaterales.
Esa es una de las razones por las cuales el comunicado divulgado este jueves, donde el representante de los 27 mostró su ‘apoyo inequívoco’ a los participantes del 11 de julio, los presentó como manifestantes pacíficos y reclamó la liberación de los detenidos, generó el rechazo de las autoridades cubanas.
El canciller Bruno Rodríguez refutó enérgicamente tales pronunciamientos y exhortó al funcionario a ocuparse de la brutal represión policial en las naciones que integran el grupo.
Asimismo, remarcó que no hizo alusión al bloqueo estadounidense, una política que también viola la soberanía de los países del llamado viejo continente y le impone sus leyes y cortes.
En tanto, el director de Asuntos Bilaterales de la Cancillería cubana, Emilio Lozada, subrayó el carácter injerencista de la declaración y agregó que lamentablemente se hace eco de una brutal campaña político comunicacional para desestabilizar a Cuba.
Esas acciones son generadas por laboratorios mediáticos de Miami, Estados Unidos, con financiamiento del gobierno, acotó, e instó al diplomático europeo a condenar por su nombre los hechos vandálicos y violentos que resultaron de esas incitaciones.
‘Llamo a la UE a abandonar de una vez y por todas los dobles raseros y evaluar con objetividad el desarrollo real de los acontecimientos en Cuba, donde prevalece la tranquilidad ciudadana y el funcionamiento de las instituciones’, enfatizó Lozada.
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