En su libro Elvis: destined to die young (Elvis: destinado a morir joven), Hoedel desenreda la madeja de complicaciones de salud asociadas al consumo de drogas del intérprete y se adentra en el ‘background’ biológico de Presley, cuyos abuelos maternos eran hermanos.
De igual forma, describe la tendencia de muertes prematuras en su familia, ya que tres de sus tíos empezaban a vivir sus 40 cuando fallecieron, mientras su madre tenía 46 años al morir, luego de pasar por un período degenerativo de la salud similar al padecido por el artista.
Según detalla la historiadora, ‘El Rey del Rock and Roll’ sufrió diversas enfermedades en nueve de los once sistemas corporales, y presentaba diversos daños en el organismo desde su nacimiento.
‘Elvis era un hombre enfermo que escondía gran parte de su debilidad para llenar las salas de conciertos y mantener a su familia. Al examinar sus defectos y problemas de salud, tal vez podamos comenzar a ver su humanidad nuevamente ‘, reseña el diario británico The Observer.
A 44 años de exhalar su último aliento, anestesiado de fármacos en su propio baño (16 de agosto), el volumen intenta mostrar una imagen más humana del icónico cantante, quien ‘no era un drogadicto como la historia le ha pintado, sino que buscaba escapar de la realidad’, señaló la autora.
‘Fue difícil ser Elvis, nadie había tenido una fama como esa antes, y nadie podía hacerlo por él. Trataba de funcionar dentro de su realidad’, agregó Hoedel, mientras confía en que este material pueda abrir las puertas a una nueva interpretación de la vida del popular músico.
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