Investigadores del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, Estados Unidos, realizaron el estudio que, a su juicio, es el primero con el potencial adecuado para indagar sobre el vínculo entre los medicamentos y los subtipos de ese tipo de cáncer.
El cáncer de mama triple negativo representa aproximadamente entre el 10 y el 20 por ciento de los diagnósticos de la enfermedad en esa zona del cuerpo de la mujer, y no tiene receptores de estrógeno o progesterona ni positividad para HER2, los tres receptores más comunes de esta patología.
Datos de 23 mil 192 mujeres mayores de 66 años con la enfermedad en estadio I-III fueron evaluados por los expertos y, de esa cifra, dos mil 281 eran usuarias incidentales de estatinas por consumirlas en el año siguiente al diagnóstico, precisó la publicación.
El tratamiento con los fármacos se asoció con un beneficio en la supervivencia en general y específicamente con ese cáncer de mama, cuyos resultados pueden ser mayores en mujeres con un diagnóstico temprano.
‘Cuando se examinó la intensidad de las estatinas, el uso de aquellas de alta intensidad tuvo el mayor efecto sobre la supervivencia global entre las mujeres con este cáncer’, enfatizó el artículo.
Kevin Nead, líder del estudio, recordó en un comunicado la existencia de un cuerpo de literatura sobre el tema, pero ‘los resultados han sido inconsistentes’.
Nead comentó que investigaciones anteriores calificaron el cáncer de mama como una sola enfermedad, pero existen varios subtipos, de ahí que centraron los esfuerzos en el triple negativo con limitadas opciones de tratamiento médico eficaces.
‘Sabemos que las estatinas disminuyen la división celular del cáncer de mama y aumentan la muerte celular. Nuestro estudio demuestra que existe una asociación entre estas y la mejora de los resultados en el cáncer triple negativo, y ha llegado el momento de profundizar en esta idea en un ensayo prospectivo’, concluyó.
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