La reunión, realizada en la sede de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores en esta capital, permitió debatir sobre cómo enfrentar los desafíos en la agenda de la isla y avanzar en la implementación del plan para el progreso hasta el año 2030.
Según un reporte de la televisión cubana, un tema central fue lo imperioso de captar flujos de financiamiento externo y las formas para hacerlo.
En este sentido, los presentes señalaron la importancia de establecer una política para la inversión extranjera más atractiva en términos de incentivos y de reducción de riesgos, así como de vincular estos fondos con el desarrollo local.
De igual forma, los participantes insistieron en esclarecer el perfil definitivo de la empresa estatal socialista, principal actor económico de la nación.
Otros puntos analizados fueron la estrategia inversionista en el turismo, la búsqueda de vías alternativas para canalizar las remesas, la actualización del sistema financiero y bancario, y la necesidad de generar un mayor diálogo con el sector no estatal.
En el encuentro hubo criterios sobre la utilidad de fomentar la cultura económica de la población, y se presentó una propuesta de guía de negocios, que registra el tejido empresarial cubano y precisa los contactos, la ubicación geográfica, el objeto social de las entidades, en tanto abre la posibilidad de trazar encadenamientos productivos.
Una sugerencia fue la creación en las universidades de un espacio para analizar proyectos y emprendimientos de los jóvenes y fundar grupos de trabajo para hacer cambios importantes.
Este es el primero de un conjunto de intercambios con representantes de diferentes sectores de la sociedad que tendrán lugar esta semana.
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