En declaraciones al canal de televisión Rusia 24, explicó que todas las misiones aceptaron las condiciones propuestas por la parte rusa, excepto la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
El senador ruso destacó que la cifra de observadores invitados es grande. ‘A las elecciones estadounidenses llegaron treinta observadores, nosotros estamos invitando 10 veces más. A las elecciones neerlandesas llegaron cinco o siete personas’, apuntó.
Kosachev reiteró que el país está abierto completamente a la observación internacional, algo que, subrayó, aparece regulado en la Constitución del país.
Explicó que fueron enviadas invitaciones a todos los socios tradicionales de Rusia, incluidas la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (OIDDH) y la Asamblea Parlamentaria (AP), ambas pertenecientes a la OSCE.
Comentó que para estos organismos no se plantearon condiciones discriminatorias. ‘Fueron invitados a nuestro país en igualdad de condiciones con el resto de los participantes’, las cuales, aclaró, son transparentes y fueron aceptadas por el resto de los observadores.
El político ruso destacó que la observación internacional como figura institucional es reconocida solo por 35 de los 57 estados miembros de la OSCE, incluida Rusia, donde este proceso está incluido en ley del país.
‘Los 22 estados restantes no regulan de ninguna manera la observación internacional en la legislación nacional’, significó Kosachev, entre ellos citó a Estados Unidos, Alemania y Francia.
El pasado viernes, el embajador general del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Guennadi Askaldóvich, dijo que el país está listo para recibir y garantizar una estancia segura a los observadores internacionales, así como para crear todas las condiciones jurídicas y técnico-organizativas necesarias para que cumplan con sus tareas’.
En respuesta a periodistas, el diplomático explicó que Moscú se adhiere a los principios de máxima apertura y transparencia del proceso electoral y está muy interesada en la asistencia de los observadores, pese a la situación epidemiológica provocada por la Covid-19.
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