En la división de los 75 kilogramos, Sousa sorprendió en el tercer y último asalto al favorito ucraniano Oleksandr Khyzhniak, quien estaba arriba en las boletas de los jueces y sintió una sacudida de milésimas de segundo que echó por tierra todos sus esfuerzos.
‘Tuve suerte’, dijo feliz el sudamericano en la conferencia de prensa, en el Kokugikan Arena, tras ser interrogado sobre cómo logró sacar un golpe de poder cuando los minutos del combate agonizaban y el cansancio se notaba en su rostro. ‘Conecté, solo eso, y estoy muy complacido’, añadió el nuevo rey de los pesos mediano, que sucede en el trono a Arlen López, de Cuba, monarca en Río de Janeiro 2016 y ahora en esta capital, pero en la categoría inmediata superior.
Así, de forma espectacular, Brasil conquistó su segunda corona en el pugilismo bajo los cinco aros, luego de la alcanzada hace cinco años por el local Robson Conceicao (56) en la llamada ‘ciudad maravillosa’.
Gracias al éxito del fajador, la delegación auriverde ancla en el decimoquinto puesto del medallero general, con seis medallas de oro, cuatro de plata y ocho de bronce, justamente un escaño por encima de Cuba (seis-tres-cinco), con ambas naciones a la cabeza de Latinoamérica.
Con la clausura de Tokio 2020 al ‘doblar la esquina’, mañana 8 de agosto, estos países parecen destinados a cerrar en dos de los primeros 20 lugares de la tabla, además de pelear por el dominio regional.
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