Previsto hasta el venidero sábado, el evento resulta a juicio de los organizadores una propuesta rica, completa y única, con 209 cintas seleccionadas, 300 exhibiciones, conciertos, realidad virtual, filmes de culto y la entrega del Leopardo de Honor al director estadounidense John Landis.
Espíritu sagrado, el primer largometraje del director, guionista y productor de cine Chema Ibarra, narra la muerte de Julio y el impacto de la noticia en OVNI Levante, una asociación de aficionados a la ufología—disciplina que estudia los ovnis u objetos voladores no identificados—que él dirigió.
Por su parte, Sis dies corrents (Seis días corrientes), tercer largometraje de Neus Ballús, realizadora también de La plaga, de 2013; y El viaje de Marta, de 2019, apuesta por la construcción de la trama desde historias y personajes reales y el desempeño con personas comunes que interpretan su propia vida.
El resultado, según la crítica especializada, es una comedia sobre la reivindicación de la clase trabajadora, los seres anónimos, sencillos y nobles y que describe las penurias de los inmigrantes, las diferencias de clases y las labores precarizadas
Ambas películas de la nación ibérica compiten en el Concurso Internacional— apartado dedicado a las obras presentadas como estrenos mundiales y con la máxima del descubrimiento, la narración e innovación— junto a otras como Nebesa, de Srdjan Dragojevic y Una función vieja y nueva, de Qui Jongjiong.
Tradicionalmente, miles de cinéfilos y profesionales de la industria del denominado séptimo arte encuentran en Locarno, tercera ciudad de mayor importancia en el cantón del Tesino, un programa de calidad, ecléctico y sorprendente desde la confluencia de talento emergente y figuras de prestigio.
Luego de la suspensión en 2020 del concurso principal, el Festival incluye en el apartado Cineastas del Presente, a audiovisuales de jóvenes realizadores latinoamericanos y producciones como Mis hermanos sueñan despiertos, de Claudia Huaiquimilla y Mostro, de José Pablo Escamilla.
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