De hecho, los siniestros en esas regiones fueron los más grandes de las últimas horas, pero ya antes se habían detectados otros, mientras persiste el temor de que puedan surgir nuevos fuegos.
Brigadas de bomberos lograron neutralizar el incendio forestal que destruyó unas 200 hectáreas en Rubiá, en Galicia, una región del noroeste que, sin embargo, no estaba incluida entre las peores dentro de la ola de calor.
No así el caso de Cataluña, si afectada por las abrasadoras temperaturas, donde los bomberos debieron trabajar toda la noche para controlar el fuego en la provincia de Tarragona (noreste) después de ver destruidas 75 hectáreas de bosque.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) advirtió este viernes que prácticamente toda la nación ibérica se enfrentaba a un riesgo alto, muy alto o extremo de incendios forestales debido a la inclemencia del tiempo.
La Aemet activó el aviso rojo de riesgo extremo en la zona del valle de Guadalquivir, en el área de Andalucía, donde los valores de temperatura pueden llegar a los 46 grados Celsio
Córdoba, donde alcanzarán los 46 grados, Sevilla, la capital andaluza con 44, en Toledo o Badajoz a los 42 y en Madrid a los 40, son los puntos focales de este fenómeno natural que parece no dar tregua.
La espectacular subida de los termómetros se debe a la irrupción de una masa de aire muy caliente procedente del norte de África. Una consecuencia que la comunidad científica no duda en asociar con el cambio climático.
Informes de esta semana de Naciones Unidas, advirtieron que la subida de temperaturas y estas inusuales canículas seguirán en aumento si no se toman medias emergentes para combatir el calentamiento global de la atmósfera.
La situación se hace más irresistible por la asociación de la canícula con la presencia de polvo en suspensión, debido al gran recorrido por el desierto del Sahara de la masa de aire antes de penetrar en la Península, Baleares y Canarias.
Para hacer más complejo el azote de los termómetros, Aemet indicó que existe la probabilidad de tormentas secas (con poca o nulas lluvia), en zonas de la mitad oriental peninsular que podrían estar acompañadas de fuertes rachas de viento y, eventualmente, de granizo y abundantes descargas eléctricas.
Lo peor está por llegar, advirtieron los expertos al señalar que el sábado puede ser el día más caluroso del año y posiblemente de las últimas dos décadas, con una madrugada que calificaron de tórrida y de valores muy altos en temperaturas.
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