Tenemos que ser realistas sobre la capacidad del Reino Unido, y de cualquier otra potencia, para imponer una solución militar, una solución combativa, en Afganistán, declaró Johnson a la cadena Sky News tras encabezar una reunión de emergencia del gabinete donde se analizó la situación provocada por el avance del movimiento talibán.
Tras descartar la opción militar, el gobernante conservador británico dijo que Londres y sus socios en la región y el resto del mundo deben trabajar para evitar que esa nación vuelva a convertirse en caldo de cultivo para el terrorismo.
A pocas semanas de que las fuerzas extranjeras lideradas por Estados Unidos completen su retirada después de 20 años de ocupación, los talibanes controlan más de dos tercios del país y presionan a las fuerzas gubernamentales en varias capitales de provincia.
Según reportes, el grupo extremista tomó este viernes la ciudad de Kandahar, y en tres meses podría asumir el control total del país.
La víspera, el gobierno británico, que ya completó el retiro de sus tropas de Afganistán, anunció el envío de 600 soldados para apoyar al personal diplomático del Reino Unido y reubicar a los colaboradores afganos.
Interrogado al respecto, Johnson confirmó que en los próximos se evacuará a la mayor parte del personal de la embajada británica en Kabul, y anunció el envío de un grupo de funcionarios del Ministerio del Interior para tramitar las solicitudes de los afganos que trabajaron con las tropas y quieran salir del país.
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