El esquema, que se basa en el modelo que se aplica desde hace siete años para Siria, contempla permitir la entrada al país en este primer año de hasta cinco mil personas cuyas vidas las autoridades británicas consideren están en peligro bajo el nuevo régimen que se instaló en Kabul el domingo pasado.
Mujeres, niñas, lideres religiosos y otras minorías en riesgo de sufrir violaciones de sus derechos humanos y maltratos a manos del grupo extremista tendrán prioridad, agregó el comunicado.
El programa de acogida a largo plazo es adicional a la evacuación de los intérpretes y otros colaboradores afganos que trabajaron con las tropas británicas durante los 20 años que duró la ocupación del país centroasiático por parte de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
Tenemos un compromiso con el pueblo afgano, y lo honraremos. El nuevo esquema de reasentamiento creará una ruta legal y segura para quienes necesiten venir a vivir al Reino Unido, afirmó el primer ministro británico, Boris Johnson, previo a la sesión extraordinaria que celebrará el Parlamento para analizar la situación en Afganistán.
Varios miembros del Parlamento, entre ellos algunos del gubernamental Partido Conservador, ya adelantaron su desacuerdo con la oferta hecha por Londres a los refugiados afganos.
David Davis, quien ocupa uno de los curules en la bancada conservadora, apuntó, por ejemplo, que después de 20 años de presencia militar en Afganistán, el Reino Unido debería aceptar a más de 50 mil refugiados.
El opositor Partido Laborista cree, por su parte, que el programa anunciado por Johnson no cumple con la magnitud del reto, y se arriesga a dejar a muchas personas en riesgo de muerte.
Los liberales demócratas consideran, a su vez, que la cifra de 20 mil refugiados debe ser el punto de partida y no la meta.
El movimiento Talibán, que nunca fue derrotados totalmente durante los 20 años que duró la invasión, comenzó a recuperar terreno tras el inicio de la retirada de las tropas extranjeras el año pasado.
La salida de los militares norteamericanos y del resto de la coalición fue pactada por el entonces presidente republicano Donald Trump y los jefes del movimiento Talibán en una reunión que tuvo lugar en Doha, Qatar, en 2020, y luego respaldada por el mandatario Joe Biden.
Johnson reiteró la víspera que el reconocimiento del nuevo gobierno afgano debe ser una decisión colegiada entre las diferentes potencias, y condicionada a su respeto de los derechos humanos.
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