Tras el anuncio emitido por las autoridades de esta capital, los cultores de esta manifestación proponen una serie de acciones para conformar el expediente conjunto, que será valorado por especialistas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
En declaraciones a la prensa local, el director general del Instituto nacional de las artes, André Yoka Lye Mudaba, señaló que en los meses siguientes se desarrollará una etapa de promoción ‘para que esta candidatura sea apoyada activamente para fines de 2021’.
Asimismo, el también presidente de la comisión mixta para la promoción de la rumba congoleña destacó la importancia de la articulación con los medios locales de comunicación y demás instituciones del estado, con el propósito de difundir la historia y arraigo del género en la cultura de ambos países.
Con la distinción de la Unesco, la rumba no solo formaría parte de la prestigiosa lista, sino que marcaría el ritmo de un grupo de actividades para garantizar la salvaguarda de este género, símbolo de identidad y punto en común entre las naciones, ubicadas a ambas márgenes del río Congo.
Antecede a estos intentos por preservar esta sonoridad y baile simbólico de la cultura afrodescendiente, el nombramiento de la rumba cubana como patrimonio de la humanidad en el año 2016.
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