La Secretaría de Salud confirmó en la fecha 17 mil 231 contagiados, muy por encima de los 15 mil 280 del 2 de abril.
Durante casi tres meses Filipinas logró reducir las estadísticas básicas de la pandemia, pero la irrupción de la variante Delta del SARS-CoV-2 en algún momento las disparó y los casos fueron creciendo progresivamente hasta llevar este viernes el acumulado a un millón 807 mil 800.
De acuerdo con las autoridades sanitarias, la baja de entonces -el promedio diario rondó los seis mil- llevó a la población a descuidar las medidas de confinamiento.
Según la gravedad de las infracciones, la Policía Nacional arrestó, multó o hizo advertencias a más de medio millón de personas que violaron el toque de queda, salieron fuera de sus zonas o desconocieron otras regulaciones sanitarias.
El repunte de la enfermedad volvió a colocar en precario a los hospitales, pues los casos activos sobrepasan los 123 mil 200. Casi la quinta parte de los centros asistenciales están al límite de su capacidad y la proporción es mayor en Manila.
Con las 317 muertes causadas este viernes por la Covid-19, el acumulado ascendió a 31 mil 198.
El Gobierno aspira a vacunar antes de fin de año a 70 de los 110 millones de filipinos, pero la campaña avanza con retraso: hasta ahora solo 11 millones recibieron las dos dosis que completan la pauta inmunizante.
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