Expertos en salud pública declararon a la revista Frontiers in Public Health
que en los comienzos de la pandemia la UE aplicó medidas sanitarias preventivas, como el cierre de fronteras y diversas directrices sobre el uso de mascarillas y otras precauciones, pero existían diferencias significativas en el enfoque de cada país.
Italia y España restringieron los movimientos dentro de sus territorios y aplicaron estrictas cuarentenas mientras que en Suecia o los Países Bajos las limitaciones se basaban más en el criterio de sus ciudadanos, revela el estudio.
Falta de confianza y transparencia entre los países es otro de los aspectos que frenó la respuesta colectiva ante la pandemia, de acuerdo con las opiniones de los expertos consultados. Los analistas de varios países coincidieron en valorar de positivo el esfuerzo cooperativo en la búsqueda de una vacuna contra el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad, pero afirmaron que el proceso duró más de lo deseado.
El estudio, liderado por investigadores de la Universidad de Maastricht (Países Bajos), destaca la ‘falta de confianza y transparencia entre las naciones’, en lo que respecta a la aplicación del Reglamento Sanitario Internacional, establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La preocupación por los intereses políticos nacionales a corto plazo, así como la fragmentación y falta de liderazgo de las instituciones de la UE obstaculizaron una respuesta coordinada y eficaz a la pandemia, sentencia el texto.
También exhorta a crear sistemas de salud coordinados y fortalecer la vigilancia epidemiológica transfronteriza.
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