Transcurrió un mes desde que el Ejército lanzara una iniciativa para poner fin de forma pacífica a la presencia terrorista en la zona de Deraa al-Balad, sin embargo, las agrupaciones radicales persisten en rechazar la reconciliación y la entrega de sus armas.
Imágenes difundidas por la televisión estatal mostraron convoyes de lanzacohetes tipo Golán, vehículos artillados, camiones y autobuses de transporte de soldados y tanques, en dirección hacia las zonas controladas por los extremistas para lanzar una inminente operación antiterrorista.
Fuentes militares afirmaron la víspera a Prensa Latina que los llamados ‘Comités Centrales’ que representan a los grupos armados ilegales siguen obstaculizando el alcance de un acuerdo para la estabilización de la situación en la provincia.
El Ejército no dará ningún paso atrás y sus demandas deben ser cumplidas, en particular las relativas a la entrega de armas y buscados, así como la salida de los terroristas a la provincia septentrional de Idlib tal como sucedió en años anteriores en otras regiones del país, agregaron.
Revelaron además que los armados reciben instrucciones del exterior, cobran en dólares y tienen vínculos con Israel, Turquía y Qatar.
Deraa fue supuestamente libre del terrorismo en el verano del 2018 tras un proceso de reconciliación patrocinado por Rusia y en el que los extremistas entregaron sus armas medianas y pesadas, mientras el resto salió a la provincia septentrional de Idlib.
La mencionada demarcación es escenario de repetidos ataques contra militares y dirigentes locales que Damasco atribuye a grupos radicales remanentes que cumplen instrucciones de sus patrocinadores en el exterior.
En su respuesta a las declaraciones de la Unión Europea que advierten de una operación militar siria en el sur, Damasco aseguró que las campañas falsas y calumnias no disuadirán el Ejército de continuar la lucha contra el terrorismo y extender la autoridad del Estado sobre todo el territorio.
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