Desde su entrada en Kabul hace una semana, la formación teocrático-militar dejó la terminal aérea en manos de Estados Unidos, al que ahora acusa de fracasar en imponer el orden.
‘Reina la paz y el orden en todo el país, pero hay caos solamente en el aeropuerto de Kabul’, declaró Amir Khan Mutaqi, dirigente talibán, al advertir que esa situación debe cesar lo más rápido posible.
Respecto a la evacuación desde la capital la Unión Europea consideró imposible sacar a todos sus aliados de este país antes del 31 de agosto y culpó a Estados Unidos de obstaculizar esa tarea.
A fin de garantizar un tráfico seguro y prevenir una crisis humanitaria, el Grupo de los Siete avanzó que el próximo martes abordará en reunión virtual la situación afgana, -y presumiblente abordará los comportamientos migratorios inherentes- según el primer ministro británico, Boris Johnson, actual presidente del bloque.
El Grupo de los Siete es una organización de países que constituyen las economías mayores del mundo: Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos.
La jefatura del movimiento Talibán envió un batallón de sus fuerzas especiales al aeropuerto capitalino, con el propósito de restablecer el orden en el esa instalación, luego de reportarse la muerte de siete personas en medio de la caótica situación, informó este domingo el canal de televisión qatarí Al Jazeera.
Según ese medio de prensa, la tarea de la formación de élite será dispersar a la multitud que obstaculiza la salida de personas que llegan al aeropuerto para partir de Afganistán en vuelos especiales y principalmente estadounidenses o paquistaníes y evacuar por lo general a ciudadanos extranjeros y nacionales que trabajaban para Estados Unidos.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó hoy que la situación afgana afecta la seguridad de su país, en reunión con candidatos federales por el partido Rusia Unida a las elecciones parlamentarias de mediados de septiembre próximo.
Sobre los riesgos de la desestabilización de la nación centroasiática, el jefe de Estado mencionó la posibilidad de que militantes extremistas se hagan pasar por refugiados para evadir las autoridades y entrar en otros países desde Afganistán o Siria.
En el encuentro, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró que el conflicto en el país de Asia central y su impacto regional concentrarán las discusiones de las cumbres de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, mañana lunes, y de la Organización de Cooperación de Shanghái, en septiembre.
mgt/mt