El mandatario hablará a sus compatriotas este domingo en la tarde en un escenario marcado por las críticas y presiones para que su equipo intensifique el transporte de miles de estadounidenses y aliados afganos en medio de las crecientes amenazas a la seguridad.
Pronunciará su discurso desde la Sala Roosevelt a las 16:00, hora del este, tras una reunión a puerta cerrada con su equipo de seguridad nacional en la sala de situación para recibir información actualizada sobre Afganistán, según informó la Casa Blanca.
El mensaje del mandatario ocurre luego de contactos telefónicos con el príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohamed bin Zayed, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, durante los cuales agradeció su ayuda para trabajar en la evacuación de los ciudadanos estadounidenses y de las naciones aliadas.
El presidente también agradeció a los líderes la acogida de ciudadanos afganos que ayudaron al ejército estadounidense durante sus dos décadas de intervenciones militares en territorio afgano.
Según informes, las bases militares estadounidenses en los Emiratos Árabes Unidos, España y otros países acogieron a cientos de refugiados afganos en medio de las continuas evacuaciones tras la consolidación del poder de los talibanes en la región.
Mientras, el Pentágono informó la víspera de esfuerzos para utilizar la ayuda de las principales aerolíneas comerciales de Estados Unidos para transportar a los refugiados afganos que han viajado a las bases de Estados Unidos en los países vecinos.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos informó el sábado que cerca de 17 mil personas fueron evacuadas de Afganistán en la última semana tras la llegada de los talibanes a Kabul.
El general de división Hank Taylor, del Estado Mayor Conjunto, dijo que desde finales de julio fueron evacuadas de Afganistán unas 22 mil personas en total, entre ellas unos dos mil 500 estadounidenses.
Sin embargo, los esfuerzos realizados con seis aeronaves militares C-17 y 32 chárteres, sobre todo en las últimas jornadas, no fueron suficientes para sacar a estadounidenses y aliados, quienes enfrentaron violencia al intentar llegar al aeropuerto internacional de Kabul.
Biden enfrenta una crisis internacional, con la caída del gobierno afgano, y otra interna, con la pandemia de la Covid-19, que pone a prueba la determinación y la capacidad de su administración.
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