Sobre los riesgos de la desestabilización de la nación centroasiática, el mandatario mencionó la posibilidad de que militantes extremistas se hagan pasar por refugiados para evadir las autoridades y entrar en otros países desde Afganistán o de Siria.
‘Estamos haciéndolo todo porque Siria no sea un semillero del terrorismo’, afirmó el jefe de Estado, según la agencia de noticias Sputnik.
En la reunión, el canciller Serguéi Lavrov aseguró que el conflicto afgano y su impacto regional centrarán las discusiones de las cumbres de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), este lunes, y de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), en septiembre.
La OTSC incluye actualmente a Armenia, Belarús, Kazajstán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán, países estos dos últimos que realizaron a principios de mes maniobras conjuntas con Uzbekistán, a unos 20 kilómetros de la frontera con Afganistán.
La OTSC inició preparativos para en los próximos meses realizar un nuevo ejercicio militar en ese territorio.
El movimiento Talibán tomó el control total del país, tras su entrada en la capital Kabul el pasado 15 de agosto sin disparar sus armas y luego de dominar primero durante las últimas semanas las demás principales ciudades y cabeceras provinciales, tras dos décadas de la presencia militar de Estados Unidos y de la OTAN.
Según los insurgentes, aspiran a un ‘traspaso completo’ del poder, aunque proclamaron su disposición de negociar la formación de ‘un gobierno transparente, inclusivo e islámico’.
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