Durand, con discapacidad visual, ganó en Brasil las medallas de oro en los 100, 200 y 400 metros lisos en la categoría T12, esa actuación la catapultó para conquistar el premio a la mejor atleta femenina en los Premios del Deporte Paralímpico.
Ahora la reina de la velocidad tendrá sobre si la mirada de la afición mundial, cuando defienda los tres títulos paralímpicos conseguidos hace cinco años en la lid japonesa, a inaugurarse mañana, pero sobre todo de su hija Ericka.
Ella entiende perfectamente lo que hago. Lo daré todo en la pista para que se sienta orgullosa de mí. Aunque anhela estar a mi lado todo el tiempo, estará en casa y me verá correr. Su aplauso estará conmigo, afirmó sobre su pequeña.
La antillana, quien también obtuvo los títulos paralímpicos en los 100 y 400 metros en Londres 2012, tiene un récord de 10 años sin perder, y esa marca le añade más presión para prolongar el registro y mantenerse siempre alerta.
‘Llevo 10 años sin perder y eso es algo increíble. Me hace prepararme más duramente cada día para mantener mi estatus. Siempre es emocionante, y cualquier competición produce nervios. Lo que hago es relajarme, hablar con mis amigos y escuchar música’, aseveró.
Según la velocista, cuando llegó la epidemia de la Covid-19 y el mundo quedó paralizado no tuvo cerca a su guía Yunior Kindelán y debió adaptarse a un régimen de entrenamiento sola.
‘Ha sido un año atípico. Llegó el Covid-19 y cambió la vida de todo el mundo, se suspendieron los Juegos y se produjo un vacío en el mundo del deporte. Pasé varios meses en casa, pero nunca dejé de entrenar aunque sin mi guía. Hice muchos ejercicios para mantener el tono muscular’, precisó.
De cara a la cita nipona, volvió a entrenar con Kindelán y tuvo mucho cuidado de cumplir con las medidas de higiene y distanciamiento social para no contagiarse y llegar en plena forma a la máxima lid paralímpica.
‘Me siento muy bien físicamente, me he preparado mucho y estoy concentrada para competir al máximo en Tokio. Estoy en muy buena forma física’, subrayó.
‘He tenido que vivir momentos intensos, emocionantes, tristes y felices. En definitiva, creo que he vivido casi todo en el deporte y en los malos momentos que he vivido, he aprendido lecciones que me han servido para la vida dentro y fuera del deporte’, concluyó la estrella caribeña.
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