La víspera, después de sus conversaciones con el primer ministro Lee Hsien Loong, la mandataria dijo en conferencia de prensa que ‘las acciones de Beijing (en el Mar del Este o de China Meridional) socavan el orden basado en normas y amenazan la soberanía de las naciones’.
Estados Unidos apoya a nuestros aliados y socios ante esas amenazas, recalcó.
China y varias naciones del sudeste asiático reivindican su soberanía sobre varias islas y porciones del Mar del Este, cuya superficie es un tercio mayor que el Mediterráneo y el doble que el golfo de México. Por allí fluye una gran parte del comercio internacional.
En el seno de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y en otros foros internacionales el gigante asiático mantiene permanentes contactos con los demás países involucrados en el diferendo para encontrarle solución, y acusa a Estados Unidos de intromisión y de atizar el conflicto.
Los comentarios de Harris forman parte de la estrategia del gobierno de Joseph Biden de restaurar sus relaciones con Asia, dañadas durante la administración de Donald Trump, y construir una base de aliados frente a China.
También, recomponer la deteriorada imagen de su país, aún en desordenada retirada de Afganistán tras 20 años de una inútil cruzada ‘antiterrorista’.
Nuestro gobierno tiene un compromiso duradero con Singapur, el sudeste asiático y la región del Indo-Pacífico, dijo en la conferencia de prensa de ayer con la palmaria intención de restaurar el crédito de sus aliados asiáticos que confían en el apoyo militar estadounidense para su seguridad.
Este martes, antes de viajar a Vietnam, segunda y última etapa de su gira, Harris participará en una conferencia con ejecutivos de las principales empresas singapurenses.
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